Por Manuel Rodríguez Bonilla
Miembro Fundador del Comité de Historia de Mao, Inc.
En el día de hoy nuestro país celebra los 150 años de cuando patriotas levantados en armas en Capotillo iniciaran la lucha sin parada para sacar las fuerzas militares ibéricas de nuestro territorio y restaurar la independencia perdida cuando el entonces Presidente de la nación General Pedro Santana decidiera convertirnos de nuevo en colonia de España.
En las luchas contra los españoles por la Restauración de la República, Mao y sus alrededores jugó un papel importante para alcanzar la victoria de volvernos a llamar dominicanos y convertirnos en un estado soberano con nombre propio en el mapa mundial.
A través del Batallón “Entre Ríos” que tenía su asiento en la entonces sección de Santa Cruz de Mao, perteneciente al municipio de Santiago, combatientes maeños y de las comunidades aledañas estuvieron presentes en sangrientos combates durante el periodo de guerras iniciado en agosto del 1863 hasta la salida del ejército español en 1865.
Manuel Jiménez, nativo de Gurabo-Jaibón, ya anciano, con 65 años para el 1863, y el joven Francisco (Pancho) Peña de Lomas de Guayacanes quien en su ancianidad combatiría y moriría en La Barranquita del 1916 frente a un nuevo invasor, son partes de los hombres de nuestra jurisdicción que constituyeron el Ejército Restaurador. Merece destacarse que el primero, Jiménez, fue un bravo soldado que con el rango de Capitán al frente de una de las compañías que formaban parte del Batallón “Entre Ríos” libró bajo las órdenes del General Francisco Antonio Salcedo (conocido como Tito) importantes batallas contra los haitianos por la Independencia Nacional, por lo que más adelante alcanzó el rango de Teniente Coronel.
El General Retirado Radhamés Hungría Morel, Investigador Militar del Museo Nacional de Historia y Geografía por varios años, hoy ya fallecido, en su trabajo no editado titulado “Aspectos Históricos-Militares Acerca de la Villa de Mao”, nos dice que “Durante el periodo de la Segunda República, la Villa de Mao, paso obligado de la ruta “de abajo” o “de adentro” hacia Guayubín y la línea fronteriza noroestana, fue cantón o centro de las actividades revolucionarios o movimientos intestinos que con frecuencia estallaban en aquella comarca tan propia para la acción montonera”.
El mismo cerro de La Barranquita, en la hoy provincia de Valverde, fue escenario de dos encuentros bélicos contra los españoles, en el mes de agosto del año 1863, según nos refiere el historiador Pedro Archambault en su libro “Historia de la Restauración”. El primero, el día 20, contra el brigadier Manuel Buceta, entonces Gobernador de Santiago; y el segundo, el día 22 contra el Teniente Florentino García, quien murió en la contienda y venía desde Santiago buscando al malo de Buceta, por varios días ya que este permanecía sin regresar a su cuartel general.
Del libro “Duarte y Otros Temas” de la autoría de Alcides García Lluberes (Vol. XXVIII de la Academia Dominicana de la Historia), en su página 432 bajo el sub título de “Hechos de Armas del General Polanco” nos dice lo siguiente: “El general Polanco traba con los españoles encarnizadísimo combate en el desde entonces eternamente celebre Barrancón de Guayacanes” (refiriéndose a La Barranquita). Más adelante destaca “He aquí los combates más notables empeñados por el General Gaspar Polanco en la guerra restauradora, que fueron a la vez los más sobresalientes de toda aquella cruenta y magna lucha. La reñidísima acción del Barrancón de Guayacanes (así le llama a este combate el capitán historiógrafo español Ramón González Tablas). La epopeya Restauradora pasó del periodo de las escaramuzas o de guerra galana al de guerra abierta o propiamente dicha, en ese memorable sitio y encuentro: el paso de los insurrectos, ya numerosos y organizados, en su marcha sobre Santiago, quedó allí y entonces definitivamente franqueado”.
El mismo General Benito Monción, en su relación histórica “De Capotillo a Santiago”, que “el general Gaspar Polanco se incorporó por primera vez a la Revolución cuando sus tropas se volvieron para la “Peñuela” (página 12 de su narración).
“El 19 en la noche —nos dice el Gral. Benito Monción— fue atacado ese cantón (refiriéndose a las tropas de Gaspar Polanco) por fuerzas salidas de Santiago en auxilio de Buceta. Tuvimos 8 muertos y algunos heridos. Retirose la columna española en la madrugada del 20 (el ataque fue el 22 y la retirada el 23 temprano), y nuestras fuerzas avanzaron detrás el mismo día…”
El General Lagándara, del ejército español, destaca que ese encuentro en La Barranquita fue ”uno de los hechos de guerra más reñidos, acaso el más distinguido combate de aquella campaña”, refiriéndose “al generalísimo de las tropas restauradoras Gaspar Polanco”.
¡Loor a los Héroes de la Restauración! ¡Memoria eterna a aquellos nativos de la hoy provincia Valverde que con su sangre restauraron la libertad, y la soberanía de nuestro suelo!
Estos singulares relatos de nuestra historia,hacen cada dia mas que,los nacidos,en La Villa de las Aguas,nos interesemos y preocupemos, por mantener viva, la ardiente llama del entusiasmo, en torno a los acontecimientos ocurridos, en el mil veces glorioso,Cerro de la Barranquita, de Guayacanes,promontorio de honor y de la libertad
ResponderEliminardel pueblo dominicano