Realizó sus estudios básicos y secundarios en la ciudad de Mao, con excepción del Cuarto de Naturales del Bachillerato que cursó en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Cursó sus estudios superiores en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduándose de Doctor en Medicina en el año 1956, a los 23 años de edad.
Completó su primer año de pasantía bajo la dirección del Dr. Kundhart en el Hospital Padre Fantino de Montecristy, convirtiéndose en uno de sus discípulos más aventajados y apreciados. Luego pasó a trabajar en el Hospital Pedro Marchena de Bonao.
En el 1958 se enlistó en la milicia como 2do. Teniente Médico, y fue asignado a la Fortaleza Militar de Constanza. En ese mismo año casó con la señora Melba Tió, con quien procreó cuatro hijos: Ludy Anadelia, Jorge Leonidas (fallecido), Jorge Luis, y Paddy Melba. También procreó en Montecristy otro hijo llamado Jorge Carlos.
Como médico oficial del ejército prestó servicios en diferentes lugares como Samaná, Santiago Rodríguez, Jimaní y por último en Mao, donde presentó su renuncia como Teniente Primero del Ejército Nacional, por no estar de acuerdo con su traslado por segunda vez a Jimaní. Para ese entonces recibió su ascenso a Capitán.
Instaló luego un consultorio en Mamey de los Hidalgos desde donde a solicitud del Dr. Kunhard, se trasladó a laborar de nuevo a Montecristy, ciudad donde la fama por su destreza como cirujano y por sus excelentes aciertos en los diagnósticos y tratamientos de todo tipo de enfermedades, le ganaron la confianza de sus residentes.
En el año 1969 fue trasladado a Sabaneta como Director del Hospital General Santiago Rodríguez, donde además se desempeñó como Médico Legista.
También, en sociedad con el Dr. Atahualpa López, laboró en una clínica privada, la que quedó bajo su completa administración al retirarse el Dr. López de Sabaneta.
Casó por segunda vez con la Dra. Yamina Ogando con quien procreó también tres hijos: Jorge Oscar, Delianny y Jorge Luis.
Murió en la ciudad de Santo Domingo el 10 de noviembre del 1997 a los 64 años de edad.
Es Sabaneta la ciudad a la que el Dr. Del Villar considera su patria chica, y a la que dedica 27 años de labor encomiable y desinteresada, no solo como médico, sino como un ser humano compasivo con el necesitado, y comprometido con la justicia social.
Su obra es reconocida no solo por el pueblo de Sabaneta, sino también por los moradores de campos aledaños donde llegó su mística y su entrega.
“Imprimió la mística del servicio especializado, organizando las áreas de Obstetricia, Cirugía, Pediatría y Medicina Interna”… “Facilitó los trabajos de investigación por primera vez en la provincia e introdujo el internado rotatorio como primer indicador docente”…“No hubo un solo sabanetero que visitara su casa a cualquier hora, que no recibiera su asistencia”… “En él confluyeron la solidaridad, la capacidad profesional, y la demostración gerencial de la época”… “Gracias eternas Dr. Del Villar”, dice el Dr. Pedro Sing(*), uno de sus discípulos más aventajados, en un documento también firmado por la Dra. Virgen Gómez.
Falta espacio para relatar la historia de su altruismo contada por testigos y participantes, que lo definen como “un ser humano que usó hasta donde pudo toda su influencia y sus conocimientos, para promover la justicia social en todas sus manifestaciones”, y “un profesional que se entregó al servicio de los humildes… sin hacer ruido.”
Semblanza por la Lic. Lavinia Del Villar Jorge, MA.
(*) El Dr. Pedro Sing Ureña, presidente del Colegio Médico Dominicano de Dic. 2013 a Dic. 2015.
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