III HOMENAJE PÓSTUMO A MADRES MAEÑAS – 2015: DULCE MADERA

EL COMITÉ DE HISTORIA DE MAO, INC., CON MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN DEL MES DE LAS MADRES, RINDIÓ UN HOMENAJE PÓSTUMO A CINCO MADRES MAEÑAS MERITORIAS EL 24 DE MAYO DE 2015, EN EL AUDITÓRIUM DEL CENTRO MAO DE LA UASD. LAS MADRES RECONOCIDAS Y HOMENAJEADAS FUERON: Doña Aura L. Bueno de Brito, Amelia R. Taveras de García (Doña Querida), Doña Blasina Mercedes Rodríguez, Altagracia Azcona de Rodríguez (Doña Talla) y Doña Dulce María Madera de Cruz (de Jaibón, Pueblo Nuevo, Mao).

SEMBLANZA DE DOÑA DULCE MARÍA MADERA DE CRUZ

Dulce María Madera de Cruz nació en Ámina, Mao, el 9 de noviembre del 1929, primera de 9 hijos del señor Leónidas Madera y la señora Mercedes Santana.

A la edad de 9 años se trasladó a la comunidad de Pueblo Nuevo, Mao, junto a sus padres y hermanos. Transcurrió el tiempo, casó y tuvo seis hijos: Altagracia, Hugo Antonio, Manuel Antonio, Angelita, José Manuel, y Rosa Mercire, quienes la adornaron con nietos y biznietos.

Dichos hijos se han destacado como buenos profesionales y personas sensibles a los problemas de la comunidad.

Doña María fue una mujer que desde muy temprano se involucró en los centros de madres y asociaciones agrícolas. Siempre presta a ayudar a los demás, fue mujer consejera, de costumbre serena y tranquila, y protectora del desvalido y desamparado. Ya era costumbre ver en su casa personas que llegaban a la comunidad y que por alguna razón en esos instantes no tenían albergue. Ella, hasta sin consultarlo con su esposo, los ayudaba y los albergaba.

Fue miembro fundadora del Club José Joaquín, y más tarde formó parte del centro de madres donde se trataba de resolver los problemas de la comunidad.

Mujer cabal, religiosa, temerosa de Dios, miembro del consejo de su iglesia, perteneció a la Hermandad del Corazón de Jesús hasta su muerte.

El 9 de noviembre del año 2000, su hija Angelita Cruz la inmortalizó formando una junta de vecinos que lleva su nombre, y está incorporada, como una institución sin fines de lucro con más de 120 cabezas de familia haciéndoles frente a los problemas de la comunidad, contribuyendo a proporcionar una mejor calidad de vida, cuidando siempre el medio ambiente, concientizando a los ciudadanos de la comunidad a no quemar basura, y sembrando árboles a todo lo largo de nuestro entorno.

Murió muy joven, a los 49 años de edad, el día 4 de julio de 1978, sin poder ver a través de sus hijos, los frutos de sus esfuerzos, pero su semilla germinó y su recuerdo permanece a través del tiempo.

ALGUNAS FOTOS DE LOS FAMILIARES DE DOÑA DULCE, PÚBLICO ASISTENTE, AGRUPACIÓN CORAL Y MIEMBROS DEL CHM