miércoles, 28 de septiembre de 2016

REVERENDO ELISEO EMILIO ECHAVARRÍA

RELIGIOSOS

Figura que se destacó por su orientación a la juventud maeña de su época y por su oposición apasionada a la invasión norteamericana del 1916. Con sus arengas patrióticas desde el púlpito, desde el balcón de su casa o desde la glorieta del parque fue un ente impulsor para despertar el patriotismo que llevó a los valientes de Mao y pueblos aledaños a combatir al invasor en la Barranquita, el 3 de julio de 1916.

Quien con el tiempo se convertiría en el Rev. Eliseo Emilio Echavarría nació en Santo Domingo el 28 de noviembre de 1861, vino a esta villa de Mao por primera vez a sustituir al presbítero José Eugenio Collado, durando en esa ocasión un periodo de corto de un mes, desde el 17 de diciembre de 1912 al 7 de enero del año 1913.

Por segunda vez llega a este poblado procedente de san Ignacio de Sabaneta, hoy provincia de Santiago Rodríguez, el día 5 de marzo de 1915, desarrollando una fructífera labor de verdadero pastor y guía espiritual de los maeños. Esta vez duró hasta 1917.

En esa oportunidad sustituía al presbítero Vicente de Sambarino. Vivió en la residencia de la profesora doña Agustina Disla, en la calle del Comercio esquina El Tapado, hoy Calle Sánchez esquina 27 de febrero, próximo a la iglesia de Mampostería, que fuera inaugurada el 25 de junio de 1905, después de iniciada su construcción en las postrimerías del gobierno del general Ulises Heureaux (Lilís). Fue bendecida en la misma fecha por el Ilustrísimo y Reverendísimo Monseñor Dr. Adolfo Alejandro Nouel, Arzobispo titular de Metinna y entonces coadjutor de este Arzobispado de Santo Domingo, con la mayor magnificencia.

El padre Echavarría, además de desempeñar ampliamente sus deberes religiosos y haberse identificado con los sentimientos patrióticos de los maeños, se distinguió por ser un tenaz opositor de los abusos que cometen los poderosos contra los débiles. Fue opuesto a la ocupación norteamericana que sufriera nuestro país en el 1916; como lo narrara el periódico “El Diario” de Santiago, en fecha 1ero de junio de 1916, en su página 3, hablando de la convulsión que vivía el pueblo maeño, donde dice lo siguiente: “hoy a las ocho tiróse alarma, acudió ciudadanía, hecha explicación, todos compactos. Habrá reunión esta tarde en el parque, se formará un batallón, comités, cuerpo de policía y cruz roja. Fuerzas rurales han sido llamadas para pasado mañana. Patriotismo hállase exaltado. Hablará cura Echavarría y otros”.

El padre Echavarría sintió amargamente esa intervención que sufría su país, algunos opinan que lo vieron llorar de tristeza y dolor por saber que en esos momentos su tierra estaba siendo humillada por los extranjeros. Él fue el verdadero orientador de ese patriotismo que vivía el pueblo. Exaltaba el amor a la Patria desde el púlpito de la iglesia, desde el balcón de su hogar o desde la glorieta del parque; fue un incansable soldado entregado a la causa por la que luchaba la República, la defensa de la soberanía.

Este sacerdote debe descansar en los más altos sitiales de la historia noroestana. En sus patrióticos discurso no hizo alusiones personales a nadie, pero sí recriminaba el atropello de los americanos contra la soberanía de un pueblo independiente y libre, con el que Norteamérica ultrajaba la misma democracia.

“Juventud dominicana, no permitáis que las botas y el fusil del vecino país de Norteamérica vengan a pisotear nuestro suelo patrio, porque sería bochornoso, como también una gran vergüenza a la soberanía nacional”.

Estas palabras del Padre Echavarría fueron dirigidas a la juventud de Mao, en una de las tantas reuniones que celebrara frente al parque de la cuidad, antes de producirse la acción heroica de La Barranquita.

“Cuando se supo la violación de nuestra integridad nacional por el coloso americano, el cura Echavarría hizo enarbolar el pabellón cruzado a media asta, con negros crespones en señal de duelo”, dice el periódico “El Diario” de Santiago, en su página 3 de fecha 8 de junio de 1916.

Todos se encontraban emocionados, la corredera en el poblado era constante. El comandante de la plaza, General Carlos Daniel, reclutaba y adiestraba a un grupo de buenos y verdaderos dominicanos, para impedir el paso al enemigo en su penetración hacia el interior del Cibao al pretender tomar la ciudad de Santiago.

En sesión extraordinaria de la noche del lunes 5 de junio, el Ayuntamiento Municipal declaró de duelo la común mientras el enemigo estuviera pisoteando nuestro suelo.

El 25 de junio comenzó a rumorearse que las tropas americana habían salido de Montecristi, por la vieja carretera que unía a esta ciudad con Santiago, con el propósito de tomar esta última, de donde controlarían todo el Cibao. Inmediatamente fue convocada una reunión en el edificio de correos, para determinar la salida de los “voluntarios” que irían a hacer frente al blanco invasor en un punto cualquiera pero estratégico. El lugar escogido fue La Barranquita, elevación de terreno ubicada en las cercanías de la carretera que va de Mao a Guayacanes. El encuentro se llevó a cabo en forma desigual: los criollos unos 80 en total con 50 carabinas usadas en pasadas revoluciones y unos 2,000 tiros conseguidos por el Comandante Carlos Daniel. Además de máuseres de unos seis tiros, habían brogoses de un disparo y vegas haitianas. Los norteamericanos, mas de 400 en total, con ametralladoras, cañones, fusiles modernos para la época y en comparación con los nuestros, bien alimentados y pertrechados, venían en camiones militares y a caballos.

NOTA: Se consagró como sacerdote con la bendición del Arzobispo Fernando Arturo de Meriño en la Catedral Metropolitana de Santo Domingo el 23 de mayo de 1891. Fue diputado al Congreso nacional por Montecristi en diciembre de 1913 (gobierno de Bordas Valdez).

La semblanza que precede fue copiada textualmente del libro Mao y su gente, 1997, (pp. 37-39), del Dr. Héctor Brea Tió. Santo Domingo, D.N., República Dominicana: Editora Lozano, C. por A. Agradecemos al autor habernos otorgado permiso para usarla.


NOTAS ADICIONALES

NOTICIAS RELACIONADAS CON EL REVERENDO ELISEO EMILIO ECHAVARRÍA PUBLICADAS POR PERIÓDICOS DE LA ÉPOCA O TOMADAS DE LAS ACTAS DEL AYUNTAMIENTO DE MAO, COMPILADAS POR EL HISTORIADOR LIC. RAFAEL DARÍO HERRERA

“El ilustrado padre Eliseo E. Echavarría, digno cura de esta feligresía, ha tenido la más favorable acogida de los valiosos elementos que constituyen esta culta sociedad”. El Diario, 23 de marzo, 1915.

Es electa la Junta Local de Estudios, integrada por José Inocencio Espinal, Rafael Ventura, Benjamín Peña, Presb. Eliseo Echavarría, Jesús María de Peña y Juan de Js. Reyes. Acta del Ayuntamiento, 8 de abril, 1916.

25 de abril de 1918. Luego de tolerar estoicamente una prolongada y penosa enfermedad falleció en Mao el presbítero Eliseo Echavarría quien desde el púlpito estimuló el nacionalismo entre la juventud maeña para que enfrentaran la ocupación militar norteamericana de 1916. Mons. Antonio Camilo, “El padre Eliseo Emilio Echavarría Gómez, 1861-1918. Sacerdote, legislador y patriota”, Estudios Sociales, núm. 52, octubre-diciembre, 1990.

“Con motivo de la enfermedad que retiene en cama a nuestro estimado sacerdote don E. E. Echavarría, ha estado entre nosotros la semana pasada el amable e ilustrado cura don Eliseo Bornia, auxiliando esa feligresía, regresando el sábado último dejando el grato recuerdo de su agradable estancia. El Diario, 14 de febrero, 1918.

Autoridades locales solicitan al Vicario Foráneo un cura por enfermedad del presbítero Eliseo Echavarría. Acta del Ayuntamiento, 18 de marzo, 1918.

“Hace varios días que se halla en esta el cura Braulio Echavarría con motivo de la enfermedad de su hermano Eliseo, querido cura de esta feligresía. La tradicional Semana Santa será celebrada por el primero, y pasando esta es propósito deliberado trasladar el segundo a La Vega en busca de salud o lo que Dios disponga”. El Diario, 3 de abril, 1918.

“Padre Echavarría desaparecido. Mao alarmado. Personas llegadas nos refieren que anoche, después de haberse recogido en sus lechos los familiares del Pbro. Don Eliseo Echavarría, cura párroco de Mao, quien hace algún tiempo viene sufriendo aguda enfermedad, oyeron un ruido en una puerta de la casa, pero no le prestaron atención; ellos habían dejado al cura durmiendo en su lecho. Hoy en la mañana muy temprano, se dirigieron al lecho del enfermo y con gran sorpresa vieron que había desaparecido de allí, produciéndose la consiguiente alarma. Inmediatamente las campanas de la iglesia tocaron Rebato, y desde ese momento se busca sin resultado al ilustrados sacerdote que, parece ha sido víctima de alguna perturbación mental”. El Diario, 18 de abril, 1918.

El Ayuntamiento declara de duelo el día 25 de abril y ordena el cierre de todos los establecimientos comerciales por la muerte del patriota presbítero Eliseo Echavarría (n. 28 de noviembre de 1861 y f. 25 de abril de 1918). Acta del Ayuntamiento, 25 de abril, 1918.

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