jueves, 22 de diciembre de 2016

UNA RARA Y ENIGMÁTICA PIEZA DE NUESTRA CULTURA ABORIGEN

Hace 21 años fue encontrada por un campesino que realizaba faenas agrícolas en terrenos pertenecientes al desaparecido Instituto Nacional del Algodón en Villa Isabela, Puerto Plata, República Dominicana.

Por Herminio Pichardo de León

Se trata de un ídolo esculpido artísticamente y con un buen tallado, tomando en cuenta las herramientas que su cultura ponía en manos de los indígenas para estos trabajos, que no pasaban de buriles de hueso, frotación de arena mojada y de hilos de cáñamo o cabuya, para trabajar la piedra. Las incisiones realizadas, las líneas y figuras es toda una obra de arte. Está esculpido en una roca metálica, se pensaría que es magnetita por su color negro y su magnetismo, pero luego de algunas pruebas con un trozo de magnetita, encontramos que la roca del ídolo es más oscura, tiene mayor peso y sus propiedades magnéticas son muy superiores a la magnetita terrestre, que además es muy escasa en la zona donde fue encontrada la pieza.

Quien hizo el ídolo sabía que se trata de una roca extraterrestre, por lo que es una representación de un ser llegado del cielo, de un dios. Eso explica su posición sedente con la majestuosidad de los seres divinos, el cráneo alargado y frente achatada, conforme al modelo de deformación craneal usado por varias culturas ancestrales y rostro simiesco de acuerdo con el motivo escultórico de los pueblos arahuacos para representar a sus dioses. Se esculpió en un meteorito, resto de un asteroide probablemente procedente del anillo de asteroides que se encuentra entre Marte y Júpiter, que en algún momento explotó al penetrar a la atmósfera terrestre y sus restos se esparcieron por la superficie del lugar donde ocurrió la colisión.

Los indígenas americanos apreciaban en sumo grado a los meteoritos, por provenir del espacio o del cielo al igual que sus dioses y con ellos confeccionaban sus más valiosos ídolos, los cuales son muy escasos y raros. Esta pieza resulta de mucha importancia y utilidad para el estudio del magnetismo, por ejemplo, formando un triángulo en la figura del ídolo, colocando un imán en cada uno de los tres vértices de sus ángulos, notamos que siempre gira de frente, en la misma dirección, actuando como una suerte de sensor del campo magnético terrestre y una demostración de las tres fuerzas que se dan en la Física y que permiten el equilibrio y el orden universal, demostrado por Kepler en 1609, con su estudio de las órbitas elípticas de los planetas. De igual manera este experimento puede ayudar a la comprensión de la magnetocepción, que trata de la facultad de orientación de los animales migrantes mediante la captación de los campos magnéticos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puede enviar sus comentarios seleccionando Anónimo, pero por favor ponga su nombre y dirección de correo electrónico al pie del comentario.

El Administrador