La historia de los pueblos, es la historia de su gente.
Por eso, en este 131 aniversario de la fundación de nuestro municipio los invito a que juntos honremos la memoria de uno de nuestros grandes hombres: nuestro poeta nacional, Don Juan de Jesús Reyes Aranda, quien como dijera Manuel Mora Serrano: “Tuvo el don de la palabra musical y el misterio de la poesía”.
La historia de Mao se llena hoy de luz al recordarlo con su canto…
A la Villa del Mao
por Juan de Jesús Reyes Aranda
Villa de los crepúsculos del rojo de las tunas,
De nácares y perlas, a veces, y otras veces
Todos tintes violetas, o todos palideces
De las nieblas… ¡Oh, villa de mis breves fortunas
Y de mis largas bregas: quisiera ser un río
Y darte frescas músicas, vitalidad y arrullo,
O darte el oro nítido de mi luz con orgullo,
Si atesorara luz el sentimiento mío!
¡Oh, villa que estás viendo mis tardes pensativas!
Ayer viste los gozos de mis mañanas vivas
Frente a las altas cumbres y hollando tus praderas.
Mañana cuando veas al infinito abiertos
Mis ojos, cuando asilo me des entre los muertos,
Bríndame de las flores que dan tus primaveras.
En este día tan especial, es justo recordar nuestros inicios, cómo nacimos, cuánto crecimos, hasta llegar a ser hoy una ciudad hermosa, desarrollada y floreciente.
He aquí una síntesis de esa historia:
“Mao, puerta de entrada del histórico Noroeste, tiene su origen en aquellos años después del 1606, cuando numerosas familias huían, con las pertenencias que podían, de los incendios generalizados a bohíos, cultivos y bosques, ejecutados por el entonces Gobernador de la Isla, Antonio de Osorio. Estos desmanes habían sido mandados por el rey de España Felipe III, para contrarrestar el intercambio que los pueblos del noroeste de la Española mantenían con aventureros de naciones consideradas enemigas, en ese entonces, del reino español, como eran los holandeses, ingleses y franceses.
Reyes, Rodríguez, Disla, Bonilla, Peña, Cabral, Aracena, entre otros, fueron núcleos familiares que se fueron estableciendo en la mesopotamia que conforman los ríos Mao, Gurabo y Yaque del Norte, mediante hatos y haciendas, que por su crecimiento originaron un caserío que luego se llamó Santa Cruz de Mao.
Francisco Reyes, mejor conocido como Tito, oriundo de Moca, y llegado al pueblo a mediados del Siglo XIX, se estableció en lo que es hoy la entrada de la ciudad, y que los moradores llamaron Hatico, nombre que se derivó de las expresiones, “El Hato de Tito” o “el Hatico de Francisco Reyes”.
Al poblado establecerse muy cerca de las riveras del río Mao, se bautizó con el mismo nombre con que, según los investigadores de la historia, los aborígenes querían decir “Milagros”, porque el río se caracterizaba por la abundancia de sus aguas y por la cantidad de oro que disponía en todo su cauce.
En el año 1869, se le dio la categoría de sección al entonces poblado de Santa Cruz de Mao. El 5 de agosto de 1875, durante el gobierno del General Ignacio María González, el poblado fue elevado a Puesto Cantonal, formando parte de la provincia de Santiago, y el 25 de noviembre de 1882 alcanzó la categoría de Común o Municipio.
En el año 1959, es creada la Provincia de Valverde, siendo Don Manuel Francisco Evertz su primer Gobernador. La provincia quedó constituida por los municipios de Mao, común cabecera, Esperanza y el Distrito Municipal de Laguna Salada, que fue posteriormente elevado a Municipio.
Como vemos, Mao, a través de su historia “ ha hecho camino al andar”, y avanza cada día hacia adelante a paso de vencedores. (La muestra es que ya no encontramos parqueos).
¡Felicidades Mao! Pueblo romántico, pero guerrero… cuna del nacimiento de la Raza Inmortal, y de grandes hombres como nuestros héroes de la Barranquita.
¡Felicidades Mao!…fuente de gente noble, trabajadora y capaz.
El Comité de Historia de Mao, Inc., se enorgullece en acompañarte en la celebración de tu 131 aniversario de vida municipal, y al mismo tiempo se honra en felicitar a las personalidades reconocidas hoy, por su aporte, su esfuerzo, su trabajo, su apoyo, y su entrega a nuestra comunidad.
¡Felicidades Manuel Torres Ferreira, Juan Antonio Taveras Peralta, Gabriel Peña Durán, Keny Ismael Guerra Hernández, y Comunidad Siervos de Cristo Vivo representada por la Casa San José!
¡Gracias por ser ejemplo y por trillar con sus huellas el camino de nuestra historia!
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