El III Homenaje PÓstumo a Madres Meritorias fue celebrado el 24 de mayo de 2015 en el auditorio de la UASD, Mao.
Discurso pronunciado por la Lic. Lavinia del Villar Jorge, presidenta del Comité de Historia de Mao, Inc.
Distinguidas familias De la Rosa Rodríguez, García Taveras, Rodríguez Azcona, Brito Bueno, y Madera Cruz, así como familiares descendientes de ellas.
Distinguidas Autoridades,
Miembros del Comité de Historia de Mao, Inc.
Señoras y señores:
“Madre serás, dijo Dios allá arriba, y te hizo, a ti mujer, convertir el amor en vida”. Víctor Escalona
Me tomó más de 30 años aceptar la muerte de mi madre. Siempre pensé que todos los inconvenientes que enfrentaba mi vida, eran el resultado de no tener mamá, y me enojaba pensar que se había ido cuando más la necesitaba…
Hasta que un día me di cuenta que no me hacía falta porque pensaba en ella; me hacía falta porque pensaba en mí. Entonces la dejé ir…
Desde esa vez, casi a diario hago en mi mente, un homenaje póstumo a su memoria, y sé que ustedes, todos los que perdieron la suya, también hacen lo mismo, cuando al pensar en ella, la extrañan , valoran las enseñanzas que les dejó, y aprecian todo el cariño con que se entregó. Hoy hacemos público ese homenaje que con devoción llevamos en el altar del corazón, porque no hay música más hermosa para nuestros oídos, que escuchar el reconocimiento de las personas que recuerdan las huellas que nuestra madre dejó en su paso por aquí.
Hoy rendimos respeto a cinco mujeres, que con la luz divina supieron orientar sus hijos por la senda del bien. Mujeres que abrieron caminos, que supieron cuidar su cría y que se convirtieron en mentoras, portadoras de paz, ángeles de la guarda. Mujeres que con tan solo un beso regalaron consuelo, aliento, apoyo y amor.
La otra noche, la otra noche,
Mi hermanito se enfermó
Y mi madre le dio un beso
Y enseguida se sanó.
Cuando una madre da un beso
Se oye el sonido de dos
Con ese beso tan santo
Otro beso imprime Dios.
El Comité de Historia de Mao, Inc., rescatando y preservando los valores históricos y culturales, pretende no solo que su familia desentierre los recuerdos para nutrir con ellos el espíritu de los más jóvenes, sino que el pueblo de Mao, no las olvide. Por eso se enorgullece al decir gracias Querida , gracias Talla, gracias Doña Aura, gracias Blachy, gracias Dulce María, por compartir a través de su descendencia sus cualidades espirituales y sus valores, que al rodar de generación en generación, han servido de baluarte e inspiración para muchos. Gracias por las noches de desvelo, por educar en valores, por inculcar respeto a los mayores, por el sacrificio, por el disfrute, por la compañía, por los enojos, por las alegrías, por los buenos días, el hasta luego, y los perdóname…
“A veces, el cielo está nublado y no puedo ver el sol; sin embargo, sé que está allí”. Del mismo modo sé que ellas están ahí.
Son ellas, mujeres que trascendieron a través de su legado, que marcaron pautas, que trillaron senderos, y que hoy nuestro pueblo las exhibe con el orgullo de haber sido su cuna.
A todas ellas, mujeres dignas, heroínas silentes, luchadoras incansables…,
Gracias por ser… ¡Simplemente mamá!
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